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Notas de Mr. Kite

Recuerdos polacos

Recuerdos polacos

- Aún aparece su nombre. Aún aparece.

El inspector Couldyun no dejaba de mirar los círculos humedos que el borde su vaso de whisky dejaba sobre la mesa. El hielo empañaba el vidrio del vaso produciendo una gama de colores ambarinos en que el inspector se sumergía mentalmente de un modo hipnótico. Recordaba a un amigo, a su mujer, Elsa Lawndee, su obsesión de antaño. Solo logró de ella un beso furtivo a la salida de una ópera, en el intervalo en que su marido recogía un taxi y el inspector acompañaba a Elsa a recoger su abrigo del guardarropa. Ese beso le supo a miel, a miel libada por abejas bajo la luz de la luna. Era un beso fugaz, liviano y repleto de sensaciones. Fué el único beso.

Después de ese beso no volvieron a verse, su amigo iba destinado a Varsovia como agregado y Elsa pasaría a disfrutar de la hospitalidad polaca.

Pero aún aparecía su nombre. Veía demasiadas Elsas y recuerdos de ella. Habían pasado cinco años y no había vuelto a saber de ella. Pero de forma extraña le había llegado una carta suya contándole una historia algo extraña de amantes y fiestas, de fiestas y de sábanas. Y de copas de champagne, y le traia a la mente los brindis con champagne en las fiestas que disfrutó con su compañía. Y ahora le escribía...aún aparece su recuerdo.

- Inspector, tenemos que interrogar a un sospechoso...

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