Blogia
Notas de Mr. Kite

Elementos

Elementos

ELTIEMPO

A veces el tiempo surge debajo de papeles olvidados. No se si a mi me ha pasado eso, pero a veces surge así. A veces se esconde entre trozos de memoria que tienes dormidos. A veces simplemente surge un tiempo distinto y no sabes si es tuyo o se le ha caído al vecino de su maletín. Y lo recoges, y te lo llevas, y lo miras como un niño mira un nuevo color. A veces el tiempo te habla y a veces intentas oír su silencio.

LA LLUVIA

Hay días en que la lluvia se despliega al otro lado de mi ventana. Esos días tengo dos cortinas, y la segunda es más bonita. La de fuera es preciosa. Y viene y se va como si la luz le pidiera penetrar un poco más en la habitación y se dejara apartar para ello. Y la cortina es de muchos colores,...al menos yo la veo así. Son siempre colores ocres, pero son muchos, y muchos matices y además tiene muchos olores, y todos ellos son maravillosos. A veces, por la noche, la cortina es tan fascinante que me deja ver las estrellas. Y me asomo, y me mojo, y sonrío como un tonto. Y veo que la cortina está en todas las ventanas, pero no se cuántos la ven.

LAS NOCHES

Recuerdo a Baudelaire gritando una noche de soledad. Recuerdo las noches con alcohol y las noches con música. Las noches solos y las noches acompañado. Las noches de verdad y las noches de mentira. Hay noches falsas, son las que pasan sin pasar, las que se suceden como los días. Las noches de deshecho, arrabales de la nocturnidad, quinquilleras de la elegancia, trozos de luz de luna que te engañan en connivencia con el reloj.

LO MALO

Solo hay dos cosas por las que se funciona. Lo bueno y lo malo. Lo malo es feo, lo bueno no. A lo malo me lo encontré el otro día en una rancia cafetería tomando un café con nata. Le pregunté por su salud y me dijo -¡cómo no!- que era mala. Le pregunté por su ánimo y me respondió igual, le pregunté por su hermano lo bueno y me dijo que todo era bueno para él. Le pregunté por el café y me dijo que era bastante malo, y la nata muy mala. Entonces le pregunté por su vida y me dijo que era buena. Me quedé perplejo y le pedí que me lo explicara. Se quedó pensando un poco, y me respondió "¿crees que todo lo bueno es bueno?", después se levantó, se colocó una bufanda y una gabardina de color gris y se despidió con un ademán amanerado. Yo me quedé en la cafetería...y me pedí un café con nata.

0 comentarios