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Notas de Mr. Kite

Perdido

Perdido

Couldyun andaba desolado, las vacaciones fueron demasiado duras. Tres cadáveres en Corfú, y varias señas del asesino en la dirección del inspector le habían dejado sin aliento. La absenta volvía a ser su bebida favorita, compañera inseparable de largas tardes opiaceos entre humos turbios y sombras de personajes que un día fueron personas y que se sumergieron en la noche de los fumaderos de Londres.

Couldyun no sabía que hacer pero tenía que salir del atolladero en que se encontraba. Apenas unos segundos de lucidez le mantenían con energía para seguir yendo a la comisaria día tras día. Con los ojos medio cerrados, enrrojecidos...mitad lágrimas mitad irritación...y una tercera mitad para imposibilitar la suma, una tercera mitad de cansancion y desapego a todo lo que le rodeaba. Sólo tenía en su mente cazar al asesino, pero ese pensamiento se le revolvía para atenazarle en el recuerdos de tantas chicas jóvenes víctimas del cruel asesino. Recuerdos de cómo el juego no era tal, la partida que la bestia estaba intentando jugar no era para él, Couldyun no quería jugar, Couldyun quería atrapar su cuello entre las manos y hacerle confesar que eran distintos. Couldyun no era así, no podía serlo, no debía serlo.

Martilleo constante, zumbidos en la cabeza y una ligera apenas fotónica luz que entraba en su dormitorio no podían haberle despertado. Eran muchos días, casi una vida, durmiendo con esos inquilinos en su habitación. No podían molestarlo ya tanto como para despertarle. Intuyó que alguien había llamado a la puerta. Se levantó, apenas unos cinco minutos le llevó situarse. Se dirigió descalzo a la puerta, abrió y había un sobre a los pies del umbral. Lo recogió y sacó una carta de su interior...el título era "Se como cogerle"...

 

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