Blogia
Notas de Mr. Kite

Empieza la semana

Empieza la semana

Me despierta la semana con más rumores de desavenencias entre los partidos políticos destinados a gobernarnos. Unos y otros, gobierno y oposición, juegan al descrédito, ambos financiados por el apoyo incuestionable de una gran parte de la población de este país. Y ¿qué ha hecho España para merecerse estos políticos?, la respuesta es sencilla, simple y llanamente lo que ha hecho es tener esta población tan inane.

 

Total, que ante semejante despertar semanal, me entretengo con la feliz sensación de la lluvia primaveral que amaina la luz tan persistente de la que ya me he lamentado en otras ocasiones. Y cambio el dial. Para oir otras noticias que van y vienen y que pasan por Irlanda del Norte y el acuerdo histórico entre unionistas y católicos -¿independentistas o dependentistas de Eire?. Y me pregunto yo si lo histórico no será más bien que gobiernen en armonía. Porque acordar hoy para desacordar mañana...pero bueno, es un primer paso.

También me cuentan cosas de deportes y locales y nacionales –que como ya dije son las mismas de todos los días- y mientras tanto sigue lloviendo. Pues oye, qué bien, que llueva. Y la música de Fountains of Wayne me va acompañando. No es mala compañía. Buen pop.

 

Y con la idea de haber vuelto de Sevilla, ciudad maravillosa, de haber disfrutado de un fantástico fin de semana, me planto de nuevo en este Madrid al que tan abandonado tengo. Y unos políticos hacen agujeros en este Madrid y en aquella Sevilla de sabor almohade. Y los políticos son distintos y los agujeros también. En Sevilla los agujeros de las calles te tuercen los tobillos, en Madrid te llevan al centro de la tierra. En Sevilla hacen su primer suburbano, en Madrid hacen una autopista subterránea. En Sevilla vi trabajar un domingo por la mañana y en Madrid no se les ve trabajar porque andan enterrados en túneles inmensos. En Sevilla la gente tomaba cañas apoyados en columnas, en soportales eternos, en bares de aspecto cuchitrilero que supongo desde Adriano debían andar estos lugares donde servían vino para tomar en las calles y no han dejado de hacerlo. En Madrid tomas cañas en tabernas estilosas, pero ya no son cañas que son vinos de barrica con denominación de alcurnia y uva muy elegante. En Madrid ya todos somos pijos porque el pijerismo se ha vuelto el día a día, que no eres nadie si no sabes lo que es un cabernet sauvignon. Joder, si hasta la M-30 se nos ha puesto coqueta con ese aspecto de pulcritud recién adquirida del nuevo rico. Y es que Madrid es el foro, de nuevo vuelve a serlo. Si quieres ser del foro vístete bohemio y gástate una pasta en un restaurante de nuevas tendencias. Otro día hablaré de lo de moda que está esa palabra...tendencias. No oía tanto esa palabra desde que estudiaba cálculo infinitesimal y hacía la segunda derivada buscando máximos y mínimos.

 

Y empiezo la semana con canciones...como todas las semanas.

0 comentarios