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Notas de Mr. Kite

El Ascensor (Texas Love'em) - Sábado Noche

El Ascensor (Texas Love'em) - Sábado Noche

(...continuando...) 

SUBIDA A LOS INFIERNOS - CONVERSACIONES

Hace dos años conocí a Germán, era un amigo de la novia de Rafa, un amigo mío de toda la vida. Rafa había tenido muchos rollos pero ahora estaba con Elena y parecía serio. Por otro lado resultaba que Germán era un antiguo novio de Elena, de los que dicen que quedan como amigos.

 

-       Eramos novios,…pero conseguimos superar lo de no follar y ahora somos unos amigos cojonudos –me dijo Elena poco antes de presentarme a Germán. Yo miré a Rafa y este miró a una tía con un par de tetas increíbles. Estaba claro que era imposible ser amigos tras una relación. Yo lo sabía, Rafa lo sabía,…y mucho me temía que Germán también lo sabía.

 

Estábamos en una fiesta que daba Elena por su cumpleaños. Estaba preciosa, una minifalda de las que te hacen preguntarte qué diablos mirarían los chicos antes de que Mary Qant ofreciese al  mundo tan tamaña invención. Mirando la lista de premios nóbeles no entendía por qué estaba gente como Henry Kissinger o Keynes y se habían olvidado de la señorita Quant. Es posible que su contribución a la paz pueda ser algo dudosa, pero es una cuestión que debería ser analizada de forma cuidadosa.

Volviendo a la situación, el cumpleaños de Elena. Yo estaba allí porque al ser uno de los mejores amigos de Rafa me había convertido en amigo de Elena. Eso era algo que Rafa y yo ni nos planteamos, fue Elena la que nos dio el plato cocinado ‘quiero que tus mejores amigos lo sean de mi’ dijo un día. A mi no me pareció mal porque supuse que Elena tendría amigas y eso aumentaba mis probabilidades de rozar un codo femenino –este hecho me parecía sublime dada la escasez estricta en la que me encontraba desde un rollo del verano anterior – así que no mostré ningún impedimento a tener un teléfono más en mi agenda. Quizás fuese una inversión de futuro.

Rafa por su parte no mostraba especial interés en que me mezclase con Elena ‘tío es que es muy pija’ me decía, ‘joder Rafa, tu también lo eres, tienes tantos Lacoste que podrías repoblar el Nilo, y sin embargo somos amigos’. El luego me contaba que si lo éramos desde pequeños y que eso era distinto. Que si yo era más bien hippy y radical y lo mismo a Elena le caía mal… al final no solo no caí mal sino que llegamos a estimarnos bastante, una amistad de compromiso pero sincera. Y ahora me encontraba en su fiesta de cumpleaños cuando llegó Germán.

 

-       Hola yo soy el inadaptado –le dije a Germán nada más ser presentado. Me miro con cara extraña y me preguntó si corría peligro a mi lado - ¡Oh, en absoluto! De hecho la únicas personas que corren peligro a mi lado son cualquiera chica que me guste y yo mismo.

-       ¿A qué peligro te refieres?

-       Pues para la chica el peligro de encontrarse con un pesado cuya desenvoltura es digna de mofa…para mí el peligro de conocer un nuevo paso más allá de mi torpeza.

-       Ya… poco éxito últimamente, ¿no?

-       ¿Poco?…poco es un récord comparado con mi vida sexual. ¿Has oído hablar del vacío?,… pues mi cama va a ser el próximo lugar donde la NASA desarrolle ese tipo de experimentos... les sale más barato que mandar un transbordador al espacio. Pero tampoco te voy a aburrir con detalles, claro que… ojalá tuviera detalles con los que aburrir a alguien. O sea que tu eres el ex nov…digo el amigo de Elena –entonces me di cuenta de que tampoco estaba muy hábil en las relaciones con gente de mi mismo sexo…¿me estaría volviendo gay?

-       No te preocupes, soy las dos cosas.

-       Pues es curioso, a mí siempre me ha parecido imposible la amistad entre hombre y mujer cuando antes han sido pareja… salvo que ambos tengan una nueva relación estable. ¿Tienes novia?

-       No,…pero no es así, se puede ser amigos después de novios. ¿Por qué no?

-       ¿Por qué caen las manzanas cuando las tiras?

-       Por la ley de la gravedad

-       Pues el asunto de la amistad es más grave que cualquier ley –me sonreí por mi muestra de ingenio, esperé la sonrisa de Germán pero su cara parecía de hielo. Pensé aplicarle una cerilla pero tal vez el me hubiese aplicado un gancho de derecha así que dejé pasar la idea.

-       Bueno,… no creo que sea así…- silencio cortante, situación tensa,…parecía que no habíamos tenido una conversación especialmente agradable para él. Lo cual me fortalecía en mi idea, éste todavía estaba enamorado de Elena. Ya lo hablaría luego con Rafa.

-       Voy a tomarme una copa -¿qué mejor forma de descender de un momento escarpado?- ¿quieres algo?

(...continuará?)

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