En camita...

Después de 3 días seguidos de fiebre encamado, me atrevo a acercarme a la pantalla del ordenador para estampar un dudoso texto. Dudoso porque todo lo que escribo es de dudosa calidad, de dudosa veracidad, de dudosa realidad…y de evidente artificiosidad.

Estar tres días en cama dan para pensar… y mucho. Pues bien, yo no he pensado una mierda. Nada, cero, nothing de nothing. Llevo tanto tiempo pensando que me he dedicado a leer poco –the sandman que lo tenía olvidado- y a escuchar programas de radio sobre historia y literatura. Lo que he aprendido de personajes como Aleister Crowley, Landru (aunque de este ya me sabía la historia gracias al genial Chaplin en Monsieur Verdoux), el mitraismo, o la hija de Larra, Baldomera, que con ese nombre lo que se dice glamour no parece que tuviera pero que sin embargo inventó, ahí es nada, la estafa piramidal. Esa tan famosa ahora gracias a los Madoff y compañía. Pues lo inventaron en España hace más de 100 años. Menudo prestigio más dudoso.

Desde la cama también se pueden ver pelis…y me he puesto al día con la serie The Pacific. La supuesta continuación de Band of Brothers pero en el Pacífico. Bueno, no está mal, pero para mi gusto está bastante mejor la que se desarrolla en el escenario europeo. Los personajes en The Pacific no acaban de perfilarse bien del todo, no acaban de tener un personalidad clara y el vínculo que tienes con la unidad es difuso. Mientras que en Band of Brothers vas viendo como esos soldados van creciendo, y existe un interés más allá de la acción bélica pero englobada dentro de esta, esto en The Pacific queda más en segundo plano ya que no sabes muy bien quien es y en qué unidad está cada uno de los personajes que aparecen hasta la mitad de la serie. Y además lo consiguen prácticamente dedicando un capítulo casi entero al personaje en sí fuera del teatro de operaciones. No así en Band of Brothers donde crecen en las misiones, en la vida en la escuadrilla de paracas de la Easy Company, ves como el Teniente Winters se hace con la sección y como gana en experiencia. Y ves como se desarrolla el vínculo entre los miembros de la sección. Todos los personajes que aparecen son de la Easy Company, en The Pacific pertenecen a distintas unidades los protagonistas y eso genera cierta distancia a la hora de identificarlos y seguir sus historias. En cualquier caso la serie me gusta.

Desde la cama también se puede tener frío…y sudar.

Empieza el año.