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Notas de Mr. Kite

Crisis y la Velvet en mis oidos

Crisis y la Velvet en mis oidos

If you close the door the night could last forever…after hours, Moe Tucker a los mandos de la voz en la velvet. Años sin escucharla.

Ahora estamos en crisis, ahora van a refundar el capitalismo. Los que hace unos años querían destruir el capitalismo ahora quieren refundarlo. No sé si es que ahora ya lo admiten o que resulta que lo que está demodé es destruir y mola más refundar. Refundar es una chorrada, no se refunda nada y menos desde dentro. Me dicen que ahora va a ser un capitalismo controlado por el estado, bien, pues eso no es capitalismo. O sea que no sería una refundación sino una supresión. Y por otro lado eso no se lo cree nadie que tenga ganas de dedicar unos minutos a reflexionar sobre el asunto.

O sea que ahora el capitalismo se va a dejar manejar por el estado. Y los capitales van a decir que sí. “Sí señor, usted refúndame que yo mientras tanto me voy a fundir mis capitales”. Refundar o refundir. No acabo de ver claro que los que manejan los hilos de la economía se dejen aconsejar por unos iluminados. Los que manejan los capitales no son iluminados. A lo sumo son alumbrados, alumbrados en alta cuna y encargados de mantenerse ahí. Los que salen votados sí…se creen unos salvapatrias. Y no hay quien los saque de ahí.

Y digo yo, ¿por qué no refundamos la democracia? Porque puestos a refundar podríamos empezar por el principio, por la base y reglas de juego sociales que permiten que todo esto pase. Que haya crisis sin culpables. Y no hay culpables porque los culpables siempre son los de enfrente y si preguntas a los de enfrente…pues te dirán que son los de enfrente. Enfrente por enfrente, sin culpables. Y la democracia que tenemos aquí, en Francia, en los Estados Unidos o en Alemania es algo más que perfectible.

Alguien nos vendió en su día que lo importante es votar. Tócate los cojones. O sea que votando todos felices. Pues yo no…claro que yo no voto, a mi votar no me hace estar tranquilo, y menos aún con el elenco de votables que se me presentan. Todos maniqueos y todos tan evidentes como el pensamiento de un joven ante una modelo despampanante…alguien me tachará de machista por esa frase. Bueno…es aplicable a cualquier sexo. Hasta a los sexos que no conocemos, puestos a extender el lenguaje.

Votar no vale para nada ya que se nos presentan las mismas crisis y los mismos problemas votemos o no. No creo que si el partido gobernante en este país fuera otro estaríamos mucho mejor. Sí, puede que haya matices, y que sean esos matices los que te lleven a votar. Pues a mí eso no me vale, si la diferencia entre uno y otro es un ligero matiz paso de levantarme un domingo para enseñar mi dni a nadie.

Pero hay crisis y la culpa es de los neocons. Caramba, una palabra que nadie conocía hasta hace un año resulta que es la que identifica a los culpables de este desbarajuste financiero. Y además nos están propagando –o propagandeando- la idea de que esto no es así ahora sino desde mediados de los ochenta. Joder…y nos damos cuenta ahora. O sea que los neocons existen desde hace veintipico años y nadie lo sabía. Que malos, malísimos.

Menos mal que ya nos lo han explicado. Como vea a un neocon por la calle le escupo en su cazadora de Armani…porque…viste de Armani, ¿no?, y si me dice que porqué le escupo le digo que por su culpa andamos jodidos con la hipoteca. Y si pone cara de no entenderlo le escupo otra vez por despistado. Claro que…¿cómo reconozco a un neocon?, ¿huelen mal?, ¿llevan contratos basura en el bolsillo para inmigrantes?, ¿llevan las llaves de su chalet en las Bahamas en un llavero donde pone “esto lo gané estafando a un pobre”?, ¿o quizás se parezcan todos a Reagan?, ¿o simplemente llevan un cartel que les señala “yo soy neocon y molo”?

No sé, ahora todo el mundo sabe lo que es un neocon. Yo no. Que me lo digan y nos vamos todos a por ellos. A ver si me pagan parte de la hipoteca.

Lo que más me molesta de este asunto es que me he topado con gente que hablan de la teoría de los neocon y ellos parecen neocon…al menos actúan tal y como ellos dicen que actúan los neocon. Tipos que caminan por el mundo de los negocios ficticios –auditoras, mercados financieros, nuevos mercados, consultoras de éter,…- y que critican a los neocon. Pero ¡pedazos de buitres, si los neocon sois vosotros de acuerdo a vuestra definición!

Me toca la fibra lo de esta gente. Algunos son amigos pero joder, llevan defendiéndome el sistema financiero capitalista a la vez que van de gente prosocialista. Y ahora resulta que se desmarcan del asunto –sin dejar de ejercer en sus vidas laborales de procapitalistas- echando la culpa simplemente, y esta es su mayor simpleza, a los que votan “derecha”. Alguien debería explicarles que eso que ellos llaman “derecha” no existe pues para existir debería existir la izquierda y la izquierda se la llevó uno del mayo del 68 para enterrarla junto con la foto del Che y el Manifiesto Comunista. Fue a principio de los ochenta cuando dejaron de existir las diferencias, pero la simpleza de la gente necesita que existan para diferenciarse de alguno e identificarse con otros. Pero vamos, que es como a la gente que le gusta más el color naranja o el marrón.

Lo que sí existe es una política económica común y solo se diferencia en que un símbolo da dinero para la asociación por la defensa de la morsa australiana y el otro para el patronato de empleados de la banca murciana. Pero es una cantidad nimia…eso no marca sus políticas, porque sus políticas son una y la misma y la podríamos resumir en una frase “cómprate un teléfono móvil nuevo”. Y punto, todos quieren que consumas sin pensar si debes hacerlo. Que pensar te puede llevar a lo contrario de lo que tienes que decir. Y eso es muy malo.

Total, que sigo escuchando el “loaded” de la Velvet que si que me parece de izquierdas ya que habla de amor y el amor es de izquierdas mientras que la pareja es de derechas. Y ambas cosas están bien.

Bueno, si veis un neocon decidlo, hacedle una foto y lo llevamos entre todos a juicio. Menudo hijoputa, en el lío que nos ha metido.

 

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