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Notas de Mr. Kite

Volviendo

Volviendo

De vuelta a la rutina de todos los días se vuelve de las vacaciones. Lo curioso de la rutina es el cómo la misma puede ser una tortura, algo placentero o, simplemente, algo que no te provoca ninguna sensación. La realidad es que la rutina en sí no es mala ni buena, es simplemente monótona.

La monotonía tiene sus amantes. Aquellas personas para las que lo buena de la vida es comer el mismo plato todos los días. Eso les satisface, no hay sobresaltos, todo calculado, vas a la mesa y ahí tienes tu plato. Escalope con ensalada, todos los días. ¡Qué rico el escalope!...

Para estas personas los matices los da el aliño de la ensalada, si está con demasiado vinagre, si te gusta con más o menos sal…si el aceite es virgen o mezcla. Y a veces el empanado del escalope o en un artificio de maravilla de las maravillas que el escalope sea de pollo en vez de ternera, ¡o de pavo!. Poco más. Y eso les gusta. Les gusta porque las cosas son como tienen que ser. Sin más…ni menos que dirían ellos.

No entro a juzgar este comportamiento. Hace tiempo que dejé de creer en juicios morales sobre el comportamiento individual. Todo aquello que no afecte a otros no me parece digno de juicio. Los juicios valen para una colectividad, se emiten para eliminar malas pautas, comportamientos dañinos a dicha colectividad…pero si solo le afectan al individuo o si afectan en grado amable o inocuo a la colectividad, que nadie juzgue. Yo no lo haré. Bueno, podré dar mi opinión en el sentido de si tal o cual cosa me gusta “para mí” o si me parece una gilipollez “para mí”, pero siempre en el ámbito, como digo, de lo individual.

La vuelta al trabajo diario, rutina del día a día de los días de los meses es una liturgia que se repite en todos aquellos que vuelven de vacaciones. Hay gente que llora por las esquinas y otros que llevan la felicidad en el rostro.

Yo lo que hago es escribir esta tontería…y no me gusta el escalope todos los días.

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