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Notas de Mr. Kite

Invierte en especular emocionalmente...

Invierte en especular emocionalmente...

¿Qué puedes hacer cuando no cuentas nada de nada en parte de tu pasado? Cuando resulta que hay una gran cantidad de tiempo del ayer que parece que está en la basura del recuerdo de la gente que compartió ese tiempo. Tengo claro que lo que queda de eso es Solamente Lodo Calcinado. No queda mucho más.

Cada ceniza de ese Lodo es una lágrima vertida en una catarata de sollozos sin lógica, de tormentas sin nubes que la expliquen, de horror sin más, horror que no se quiere mirar de frente porque se vive mejor en la ignorancia y en la cobardía.

Duele un huevo pasar como un ignorado más, como un idiota más que pasea por la acera de la vida olvidado por el pasado real y mirando para otro lado, que nada de nada de todo lo que soy yo, de lo que pueda identificarme, sirva para nada. No sirve para nada más que para ser diana de dardos, pim pam pum de palabras gruesas, sparring de bromas jocosas.

No sé donde queda el cariño cuando el Lodo se quema. No sé si Solamente ese Lodo es un acto de escarnio.

Los cariños no son una mera información, no son una palabra. Solo existen si se demuestran, lo demás es pura charla, si no se siente no existe.

Los cariños son individuales y no son objetos de mercadería. No puedes comprarlos. Lo que no sé es que pasa con el cariño que decides olvidar, parece que ni siquiera renta a una tasa medianamente interesante. La tasa es negativa al parecer.

Hay veces en que invertir en cariño es tirar el dinero del alma, es un negocio ruinoso. Y lo pagas con llantos, con rostros compungidos. A veces hay gente que especula con el cariño, y el que da el cariño pierde y el que especula gana.

Me confieso una persona tremendamente torpe en los negocios afectivos. Soy incapaz de distinguir una empresa radiante dentro del laberinto financiero de los sentimientos. No sé jugar a ese juego porque la parte sensible me impide ver las buenas jugadas. Esa parte sensible que tantas veces se ve traicionada por la puta realidad.

Soy malísimo en el Wall Street de las emociones. Soy un torpe emocional.

A veces pienso que estos textos pueden ser exagerados...pero creo que son simplemente demostrativos de lo que nos vamos encontrando por el mundo. Y que, sin duda, para la gente es mejor mirar a otro lado.

Alguna vez me ha pasado que el dolor ofende. Que cuando dices que te sientes dolido por algo o alguien, lo que consigues es enfado enfrente tuya. Realmente eso me parece absolutamente perverso. Cuando confiesas el dolor de forma sincera y sin actitud arrojadiza, nadie debería ofenderse. Es más doloroso el dolor que la posible ofensa, porque la ofensa suele ser una no aceptación de la realidad por parte del que ofende. Yo no puedo...si alguien me dice que yo he hecho daño, si me lo dicen con expresión de dolor sincero, no puedo ofenderme. Lo único que me sale es intentar consolar y pensar qué he podido hacer mal yo.

Soy un auténtico gilipollas en un mundo de listos.

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