En la consulta
Mr. Froz: Entonces resulta que esta persona es mala persona.
Mrs. Elas: Yo no he dicho eso.
Mr. Froz: Entonces es buena persona?
Mrs. Elas: Yo no he dicho eso.
Mr. Froz: Entiendo, usted piensa que no es ni mala ni buena persona, ¿no es así?
Mrs. Elas: Tampoco dije eso.
Mr. Froz: Vaya, entonces, a ver, ¿qué ha dicho usted?
Mrs. Elas: Que la decisión es la que es.
Mr. Froz: Perfecto, ¿pero en qué se basa?
Mrs. Elas: En la ausencia de confianza.
Mr. Froz: Pero esa ausencia no debe ser tal, después del hecho usted contó que todo se arregló. Usted volvió a confiar y no dejó de pensar que era buena persona. Entre medias ustedes pasearon por un mar de tranquilidad, con risas y con comprensión.
Mrs. Elas: ¿y?
Mr. Froz: Que no tiene sentido.
Mrs. Elas: Eso es que usted no lo ve.
Mr. Froz: Efectivamente, yo no lo veo, pero dudo que alguien pueda verlo.
Mrs. Elas: Pues es así.
Mr. Froz: Ok, ante eso poco se puede hacer. Pero ¿es consciente de que su decisión no obedece a un proceso lógico?
Mrs. Elas: No, no lo soy.
Mr. Froz: Pero tampoco piensa que su decisión trae dolor.
Mrs. Elas: No, tampoco.
Mr. Froz: Pero usted sabe que le está haciendo daño, ¿no?
Mrs. Elas: Yo no le estoy haciendo nada.
Mr. Froz: Eso también es ilógico.
Mrs. Elas: ¿Y?
Mr. Froz: …no sé, ¿le da igual?
Mrs. Elas: No lo pienso.
Mr. Froz: ¿Por qué?
Mrs Elas: No lo pienso.
Mr. Froz: Bueno, creo bastante claro el diagnóstico. Lo que le sucede es...
En ese momento sonó el reloj de la consulta.
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