La Tristeza

Repito texto...no se qué más decir más que esto...y lo reformo un poco en el final.

 

LA TRISTEZA

 

La tristeza es como una mañana de invierno lluviosa al lado de un paseo marítimo.

Una playa solitaria y sombría es embriagadora, y más aún si llueve. Esa playa es una habitación interior, nos permite momentos de reflexión los cuales desaparecerían bajo los rayos dorados y un calor sugerente de desnudez.

Y a veces esa tristeza es anónima, ajena a todo, huérfana de padre y de madre, es una tristeza que se nos agarra al corazón desgarrándolo con uñas afiladas. Y provoca un llanto contenido… con lágrimas azules que solo se secan cuando llevamos varios días soleados consecutivos.

La tristeza esconde cierta belleza pero contemplarla puede hacer que nos deshagamos en pedazos. Es la hidra de nuestras vidas. La vista atrás a las ciudades del delirio. Es una Sodoma sin vicios, una Gomorra sin placeres mundanos.

La tristeza a veces te la traen de fuera, te la dejan en la puerta y cuando abres, ahí está. Y quien te la trae no se deja ver, no te dice nada, solo sale corriendo para no someterse a las preguntas de alguien que no quiere estar triste. A veces la gente desaparece y lo hace con el silencio, como bruma en la noche. Desaparece dejándote unas cuantas toneladas de tristeza de la cual sabes que jamás te desembarazarás. A veces no entiendes nada.

Yo no entiendo nada. Y mis tribulaciones se ven anegadas por la incomprensión y la sensación de injusticia.

Hay gente que se venda los ojos de formas curiosas. Pero detrás de la venda siempre está la realidad.