Síndrome de Estocolmo

"Sometimes, to hide the feelings is good, the point is to learn to do it...if it is possible, and I’m not sure"

Gari Sandance

 

Pongo weezer…me recuerda a la bella y la bestia. Pongo tantas cosas que me recuerdan a otras en una orgía de encadenamientos sin sentido que me sorprendo de querer darle sentido a nada.

Apenas tengo fuerzas ahora, me encuentro tremendamente alicaído. La gente va y me lo nota, y llevo así unas cuarenta y ocho horas. Llevaba semanas intentando estar decentemente pero a veces te asalta el desánimo y te das cuenta de que no superas nada porque los apoyos necesarios son tenues, tan tenues que no los ves. Y otros apoyos te ayudan a seguir y, bueno, eso es muy importante. Pero la alegría se va desparramando en vasos agujereados, apenas queda nada de alegría estos días y la felicidad es una quimera digna de leyenda o de un cuento para chinos. Y a veces llega la noche y los sueños incontrolados te sorprenden.

Hoy le decía a un amigo que ahora la palabra "bien" empieza a resultar un objetivo. Tengo la manía de responder reflexivamente a la pregunta “¿qué tal estás?”, y llevo un par de años que no me sale ni de lejos esa palabra "bien". Y ahora estoy empezando a ser consciente de ello.

El caso es que todo se mezcla, es como un café con galletas en su fondo, se deshacen en migajas y ya no puedes separar el café, del agua, ni de las galletas. Para mí antes era todo más fácil, tampoco un prodigio de sencillez, pero sí más fácil. Los días se sucedían y yo había aceptado que la vida era así, sin sueños ni deseos que alimentasen la apatía durante más allá de dos semanas. Y me mantenía con mis dos semanas de hiel al año porque suponía que así tenía que ser y así era siempre desde que el mundo es mundo.

A veces conocer es horroroso. Porque si sientes que no tiene porqué ser así todo se complica. Y ahora ando en un momento en el que todo da vueltas sin asentarse porque no sé donde está la salida a este laberinto.

Y los días se suceden..., quizás tenga el síndrome de Estocolmo.