Curiosamente...torn

Escucho Torn, de Natalie Imbruglia. Me encanta la canción. ¿A quién no le gustaría ser el hombre del que Natalie habla? ¿Quién no se ha sentido alguna vez así?

¿Es una canción de amor?, no sé. Seguramente cada uno tendrá una definición distinta de lo que es el amor o de lo que significa llorar o aprender a llorar. Lo que es que te traten pensando que eres el ser más especial del universo o lo que es tratas a alguien así. Lo que es perder o ganar, o lo que es que el silencio arrample con una playa de aguas cristalinas y arena fina donde la tranquilidad era la sensación más constante.

Es una canción que cualquier podría dedicarse a sí mismo para pasar un buen rato. Los acordes y la forma de cantar de Natalie –perdóname Natalie por tratarte de tú- es de las cosas que te hacen llorar. O te hacen sonreír, o abrazar a alguien o sostener tus deseos entre ramas de un amor suave y placentero…si lo tienes, claro.

Si no lo tienes entonces la escuchas y te pones a otra cosa, porque si la escuchas y reescuchas puedes caer en una situación de melancolía altamente propensa al desánimo. Pero eso pasa con muchas canciones, con muchas canciones buenas.

Curiosamente en un segundo puedes acabar con una construcción de horas.

Curiosamente con un silencio puedes hacer más ruido que gritando.

Curiosamente los días son más o menos largos sin tener que cambiar la hora.

Curiosamente esconder la cabeza no consigue que el demonio se aleje.

Curiosamente la realidad es la que es y no la que deseamos.

Curiosamente mirar a otro lado no hace que la realidad cambie.

Curiosamente no pensar en el dolor que provocas no lo elimina.

Curiosamente hay personas que viven bien sabiéndose ignorantes del entorno y otras que no.

Curiosamente un lamento es más poderoso si tu piel tiene jirones.

Curiosamente ahora nadie intenta entenderme…