Palabras ligeras...al son de cosas que caen.

Todo fluye entre pequeños dedos, dedos de metal, dedos que juegan al escondite en universos de hiel. Dedos de sabor amargo, dedos que te cogen y juegan contigo.

Él no sabía que jugaban con él, él creía que se divertía entre lamentos de color ocre, él cantabas sus canciones favoritas sin saber que sería de ellas, él entendía lo bueno y lo malo, o al menos eso creía.

Y se entretenía con naipes de texturas irreales e iba por mares insondables y hablaba con todos los seres que se encontraba, incluso con los que no se encontraba porque disimulaba que se los encontraba.

Y así pasaba los días, esperando que alguien le dibujara una sonrisa en su rostro, pero la sonrisa no llegaba así que seguía persiguiendo quimeras en sus mundos irreales, sus mundos a punto de despegar de su cabeza, de su mente, flotando sobre un mar de color púrpura, plagado de pianos blancos desteñidos, repleto de deseos que reptan.

Por cierto, el dibujo que ilustra no se de quién es, pero me gusta. Sus derechos son todo suyos, yo lo copié, yo simplemente copio lo que me gusta. Hoy pasé por un concierto de Cigrones y Buzzers, estuvo fenomenal. Seguid ahí.