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Notas de Mr. Kite

Muchos relojes...o solo uno..pero muy poderoso

Muchos relojes...o solo uno..pero muy poderoso

El problema real es que no hay problema. Al menos no desde fuera. El problema es que todos giramos con los mismos ejes y nadie se para a pensar ni un momento. Nadie quiere pensar que los colores existen o simplemente desear que existan. Nadie se sale del eje porque el eje manda, no vaya a ser que nos despistemos y tengamos cinco minutos para darle o -peor aún- quitarle sentido a todo lo que nos roda.

Y yo a veces me paro sin que me vean, y pienso que lo que nos rodea no tiene mucho sentido, y el poco que tiene -de tener alguno- es bastante menor que el que algunos habíamos prefijado en el pasado. Y para muchos eso no es importante, pero para algunos pues resulta que eso cuenta, aunque también cuenta que en el pasado los objetivos -vistos desde el presente- se nos antojan muy duros…porque aquellos objetivos, o sueños, solían llevar como condición que te alejases del engranaje. Y eso es más que difícil, creces y eso se va volviendo poco a poco un ente quimérico…es, sencillamente, imposible. Es imposible porque a veces ni siquiera tienes que luchar solo contra tí, a veces hasta tienes a alguien a tu lado a quien los ejes le gustan…o, al menos, no le suponen ningún drama. Los dramas son para los gilipollas, como yo.

Y quejarse de estas cosas también es duro porque, hostias, resulta que uno no lleva una mala vida. Todo funciona…lo que ocurre es que hay cosas que no acaban de ir como uno pensaba hace años. Y los desmemoriados lo llevan bien, porque no saben lo que dijeron. Es más, no saben ni lo que dicen. Pero otros nos acordamos de tartas de canela, de humo de tabaco, de whiskies con ascensores para el cadalso, de novelas, de guiones, y músicas y libros y cine y amigos y todo lo que te hacía sobrevivir porque pensabas que un día serías de los que lograron tener un sitio individual. Pero no es así…tan solo tenemos un sitio colectivo.

Y el colectivismo me asusta porque al final todos leeremos los mismos libros y escucharemos la misma música y veremos el mismo cine. Eso asusta…pero el monstruo del reloj es más listo y hace que te engranes sin darte cuenta, y todos esos ejes alrededor de los que giras no son más que engranajes de un reloj donde nada cuenta más que el propio funcionamiento del reloj. Pero yo me paro, miro alrededor y pienso..."todo cuenta…"

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