Sobre la marcha...

Me gusta Travis, es algo que es tan fácil de explicar que hasta me asusta. Pueden ser ñoños, o simples, o tristes u optimistas, pero a mi me gusta.

Me gustan los colores mezclados en una paleta de marfil que se deshace entre los dedos de un artista quemado por el deseo. Pero eso le da igual a la gente,... la gente normal prefiere escuchar que va a hacer sol mañana y leer algo sobre la bondad humana.

Me gusta Travis, me gusta que alguien te hable desde la pesadumbre.

No se muy bien qué quiero decir con tanta letra inconexa.

Cuando me encuentro con canciones como flowers in the window veo bicicletas cargadas de belleza surcando una carretera forjada por nubes complacientes.

Y sin embargo tengo que soportar las caras de los que se satisfacen con la propaganda televisiva...y encima proclaman que la ignoran detallando descripciones inusitadas.

Todo lo insólito suele mostrarse con cierta aspereza así que lo mejor es metértelo en el bolsillo para observarlo después de cenar.

Travis canta como Fran Heanly, pero suenacomo todos los miembros a la vez, equilibrada.

La lluvia caía en un rincón alejado de cualquier sitio. Lo mejor era huir hacia ninguna parte, quizás allí podría encontrarse con alguien distinto de sí mismo.

Ahora no llueve así que las flores asoman timidamente sus pétalos para disfrutar de una luz pura y escasa. Ahora no llueve así que haré las maletas y me meteré en la cama. y esperaré hasta que mis músculos decidadn moverse para ir a tu encuentro. Ahora voy a acostarme para pensar en que tus palabras son las mentiras del último tren que salió de la estación del deseo. Ahora voy a dormir porque estás tan lejos que mis músculos no notan tu presencia. Ahora la importancia de lo real es la importancia del pasar y del paso y la importancia del susurro opiaceo de las sirenas se convierte, lentamente, en el lecho de nuestros errores cubiertos, todos ellos, por la manta del destino.