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Notas de Mr. Kite

Pasar unos días en París.

Pasar unos días en París.

Un amigo se va unos días a Paris, y París estará esperándole. Pero París no  te espera con los brazos abiertos, París anhela tu llegada pero es muy discreta para demostraciones de afecto públicas. Es como esa novia que no le gusta que le toques el culo por la calle pero en privado lo de tocar el culo es lo más inocente que se le ocurre. París es una ciudad de embelesamiento mental y privado. Solo entiendes a París cuando eres parisino, así que yo no debo entenderla muy bien. Pero me gusta, me maravilla París.

Un amigo se va unos días a París y le escribo una carta que leerá posiblemente antes de irse pero que será como si se la mandara cuando ya esté allí. La pedantería está en cada línea, pero así son las cosas cuando se habla de esta ciudad.

Hola Angel,

Espero que tu llegada haya sido de lo más placentera. También espero que las Tullerías tengan a bien recibirte para que paseeis, tú y Dionisio, placidamente y que la plaza de la Concordia siga tan bien flanqueada como siempre.

Saluda a la Madeleine, siempre me pareció demasiado griega para ser tan decimonónica, pero bueno, hay damas que no pueden evitar ese halo de frivolidad que les da vestirse en plan clásicismo arrebatador...que elegante es un rato, pero también tostoncete, y serio. Demasiado serio.

Acuérdate de dar recuerdos a toda la gente de Pêre Lachaise, dile a Oscar que tengo pendiente alguna obra de teatro suya, pero que le tengo abandonado. De Edith, bueno, que aunque hace años que no la escucho siempre que oigo algo sobre el cielo azul de París me acuerdo de ella. Y del loco de Jim, pues que a ver si sigue teniendo a mano una botella de Jack Daniels llevada en persona por una mujer de Los Angeles.

Si pasas por Nôtre Dame te deseo que hayan quitado los eternos andamios. Y jolín, yo sigo prefiriendo la Saint-Chapelle porque Nôtre Dame está muy bien, pero gárgolas hay en todo el gótico, no solo en Nuestra Señora. Ah, en caso de que veas al jorobado recuérdale que se porte bien con Esmeralda, que la pobre tiene los pies molidos de tanto bailar con panderetas aquí y allá.

De la torre Eiffel, con un poco de suerte estará libre de espias y "a view to a kill" será solo un recuerdo del señor Bond. Y, ¡demonios!, echaos una siesta en el campo de Marte que en estos días de Brumario, teniendo suerte y sin lluvia, las caricias de una suave brisa  seguro que resultan muy agradables.

Saludos a Montmartre, pasadlo bien y disfrutad de estos días.

Nos vemos.

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