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Notas de Mr. Kite

Hoy...como otros hoys?

Hoy...como otros hoys?

El calor me sofoca, como a Gari.

Hoy no debería estar hundido, o quizás sí. La realidad es que me pesa todo un poco. No ha sido mal día...creo, o quizás sí. El hecho es que estoy down, estoy apesadumbrado, no sé, apenas... no sé qué expresar cuando mil millones de palabras no pueden expresar lo que se siente, porque no sé qué es y qué no.

No ha sido mala mañana, la comida estuvo bien. Quizás soy demasiado freakie, quizás hablo demasiado y aburro a mi entorno. O a casi todo, alguno resulta que también es un loco de Batman.

Va haciendo un año, me viene a la cabeza, en que los silencios se apoderaron del universo y los relámpagos que preceden a los truenos aparecieron en el día a día. El silencio del rayo es aterrador por lo inesperado.

Y me hago una recopilación de canciones...no sé si será buena o mala, pero me gustan. ¿Eso anima?...bueno, es una forma de enfocar el desánimo en algo que me gusta...la música...otra vez la música.

Canciones lentas, animadas, tristes, alegres, lánguidas, mínimas, pequeñas, bonitas. Listres, trentas. Realidades en forma de acordes que me llevan a cualquier sitio con billete de vuelta para el presente.

Hoy es un día extraño porque no sé muy bien nada de nada. En realidad eso no lo hace extraño porque suelo no saber nada de nada. Escucho canciones, eso sí. Pero claro, ahora que lo pienso, eso tampoco lo hace extraño. Y ¿por qué tengo entonces esa sensación?

Lo calculado siempre es erróneo porque las matemáticas humanas contienen ecuaciones que no somos capaces de modelar. O por lo menos yo no sé. Hay gente que huye de esas matemáticas y entonces opta por decidir que los axiomas humanos son particulares y personales. Entonces construyen un cuerpo de doctrina irreal desde el punto de vista objetivo, pero válido para sus menesteres. Y eso es lo que finalmente cuenta, que sea válido para cada cual.

Hoy estoy abatido...y me pongo música. Es de esos momentos en que esperas llamadas de gente cercana para que te hablen de cualquier cosa y te saquen de la espiral rutinaria en que se convierte el decaimiento. Ese camino hacia ninguna parte teñido de flores marchitas que te hablan de sensaciones que no entiendes y te guían a un castillo gris donde el sol es un mero recuerdo. No mola, no hay motivos para seguir el camino...así que siempre viene bien que te saquen de él.

Me apetece que alguien me llame para sacarme de estas ecuaciones que no entiendo.

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