Noche olvidada...a vueltas de nuevo con True Love Waits

Advertencia: Leer lo que viene a continuación sólo con True Love Waits de Radiohead sonando de fondo, o mejor aún, bien fuerte en los oidos. Leerlo sólo sintiendo que se te eriza la piel con la canción. Leer lo que viene a continuación de otra forma no tiene sentido. Y quizás siguiendo las indicaciones tampoco.

A veces todo te supera. A veces algo te supera. A veces te superas tu mismo. A veces un amigo te supera. A veces una canción te supera. A veces te sientes como si prefirieras que te superaran o como si nada pudiera superar tu sensación de desapego a ti mismo. A veces no quieres pensar. A veces el mundo está ahí, y otras también.
Sigo escuchando True Love Waits… y podría escucharla mil millones de veces solo en un rincón de mi mismo y de mi mundo y de todo lo que es algo. A veces creo que no hay nada que se merezca ser algo. A veces solo creo que merece la pena el sentir una canción. A veces el dolor no existe pero tampoco la paz.
A veces no es dolor, a veces es impaciencia, a veces son aromas, a veces son lamentos, a veces son deseos, a veces son colores, a veces son gotas de miel cayendo de un cielo tormentoso, a veces son peces que revolotean en un estanque de luces de colores. A veces no sabes,… otras tampoco pero no sabes que no sabes.

Esperar cuando sabes que no tiene sentido esperar es lo que hacemos todos. Esperar algo, pero ya no sabemos a qué. Y si pensamos que esperamos entonces vertemos un charco salado a nuestro alrededor. Y si evitamos la espera entonces pensamos que no hay nada, y volvemos a tener mojados los cordones de las zapatillas de deporte. Y si no piensas es mejor, porque no quieres sentir como se va lo que no quieres que se vaya ni sentir como se va lo que no se tiene que ir, porque prefieres que nada se vaya.

A veces el dolor se anticipa y entonces quieres dormir.